Los primeros dientes que aparecen son conocidos como los dientes de leche. En unos años caerán para dar paso a los dientes definitivos. Es decir, los dientes de leche tienen una vida más o menos corta. El hecho de que sean temporales, hace que a veces no se les otorgue la importancia que merecen, pero no se debe de caer en este error. Los niños deben aprender a cuidarlos independientemente de su durabilidad. Cuanto antes se familiaricen con el hábito de higiene bucodental, mejor para su salud.
Aún así, los niños también tienen problemas odontológicos y tienen que acudir a la clínica dental en diferentes ocasiones.
Cómo puedes prevenir los problemas odontológicos infantiles más comunes.
A continuación podrás ver los problemas más frecuentes en niños y consejos para evitarlos.
Caries y gingivitis.
El niño está en una etapa vital en la que es más vulnerable al consumo de dulces y otros alimentos ricos en azúcares, causantes de la caries. Por otro lado, el mal hábito de higiene bucodental, puede producir no solo éstas sino también el problema gingival. Para prevenir ambas situaciones sigue estas indicaciones:
- Rehuye de darles biberones o vasos de leche nocturnos que contengan soluciones azucaradas. No permitas que consuman chucherías ni bebidas azucaradas con demasiada frecuencia y entre horas.
- Procura que se cepillen los dientes con dentífricos con flúor a partir de los dos años tres veces al día. Una buena idea es dividir la boca en cuatro partes y que siga siempre el mismo orden de cepillado. Asegúrate de que el cepillado se realiza por el tiempo necesario y recuérdale que debe cepillar también la lengua.
- Elige un cepillo preferiblemente pequeño y con cerdas de nylon separadas. Tendréis que cambiarlo alrededor de los tres meses.
- Es mejor que supervises el cepillado durante los primeros años. Una opción es que coincidan tus cepillados con los suyos. Así se da ejemplo a la vez que se vigila.
- Llévale al dentista para sus revisiones periódicas.
Traumatismos
El traumatismo consiste en la rotura del diente o de los huesos de la mandíbula. Los Niños son muy propensos a padecerlos porque están en pleno desarrollo cognitivo y motor. Necesitan explorar, jugar, correr y realizar todo tipo de actividades, que aunque son muy necesarias, también pueden conllevar riesgos. Asegurarse de que todas las medidas de seguridad se cumplan es fundamental, no obstante, tienes que tener en cuenta que la mayoría de los traumatismos se producen por accidentes fortuitos y son inevitables.
En el caso de que los niños realicen algún deporte de riesgo para su dentadura, lo ideal es utilizar protectores dentales.
Maloclusión
La malocusión es una alineación de los dientes incorrecta y así al morder, las piezas de la mandíbula superior con las piezas de la inferior, no encajan. Algunas cosas que puedes hacer para prevenirla son:
- Evita el uso prolongado del biberón. Lo ideal es que no lo utilice más allá del año y que se sustituya por vasos adaptados a su edad.
- Si después de haber cumplido cinco años, tu hijo continúa con la succión del pulgar, puede suponer un problema. En este caso hay que plantear una intervención de conducta.
- Recuérdale que hay que respirar por la nariz. Respirar por la boca es un factor que puede conllevar a malocusión. Intenta ayudarle a entrenarlo con juegos como soplar velas o como hacer pompas de jabón.
Hipoplasia y mal desarrollo de los dientes.
La hipoplasia es cuando el niño tiene en los dientes menos esmalte de lo normal.
- Desde el embarazo, puedes contribuir a un buen desarrollo de los futuros dientes del bebé. Toma alimentos ricos en calcio.
- Durante el primer año y medio, asegúrate de que el bebé tiene una alimentación con un buen aporte de calcio.
- Si mantiene una buena nutrición en los primeros años, mantendréis lejos el peligro de la falta de esmalte.
Si sigues estos consejos, evitarás los problemas frecuentes por los que los niños acuden más al dentista.
Recuerda que tu influencia es muy importante, tu ejemplo siempre será de especial relevancia para ellos.