Una buena calidad de vida y salud tienen relación estrecha con la salud bucodental. Si quieres que tu sonrisa esté a salvo, estos son los hábitos que debes revisar.
Descuidas el lavado de dientes.
Olvidarte de hacer esto, puede suponer problemas y enfermedades bucodentales a corto y medio plazo, que desencadenarán problemas futuros más severos si no se tratan.
Estas son algunas formas para que adquieras el hábito de lavarte los dientes:
- Usa la alarma de tu móvil. Poner un recordatorio a la hora que habitualmente terminas tus comidas, te servirá para recordarte que debes lavarte los dientes. Poco a poco, lo interiorizarás y no tendrás que depender de la alarma, pues te saldrá de manera natural.
- Si comes fuera, lleva contigo siempre un pequeño estuche con tu cepillo y dentífrico. Así, podrás ir donde quieras sin descuidar tu higiene dental.
- Para cepillarte durante el tiempo necesario, puedes utilizar una canción breve que te guste. Otra opción es utilizar un cepillo de dientes eléctrico con temporizador.
- Programa una revisión periódica anual con el odontólogo para comprobar que todo esté bien.
Fumas
El tabaco no es bueno para la salud general, tampoco para la de tus dientes. Puede teñirlos dándoles un tono amarillento y propiciar la acumulación de sarro. Otro efecto negativo es que sus toxinas te provocan un cúmulo de bacterias en la boca que pueden desencadenar enfermedades como la gingivitis. Además, causa el temido mal aliento.
Si tienes un implante dental, puede aumentar la posibilidad de que se produzca un rechazo en el proceso de osteointegración.
En su continuidad, fumar tiene un alto riesgo de padecer cáncer de boca.
- Debes extremar la higiene bucodental mientras continúes con este hábito.
- Lo idóneo es dejarlo o al menos reducir su consumo. Es un proceso complicado, por lo que puedes pedir ayuda a tu médico o psicólogo.
Tienes una mala alimentación
Una dieta desequilibrada, rica en azúcares pero pobre en nutrientes esenciales, repercute en tu estado de salud y también en la bucodental.
Algunas pautas alimenticias que puedes seguir:
- Consume más frutas y verduras
- Limita los dulces y alimentos azucarados
- Evita consumir alcohol
- Toma alimentos ricos en calcio y fósforo
Usas los dientes como tijeras
Si tienes como recurso los dientes para cortar un trozo de celo u otros envoltorios, debes saber que puede suponer una fractura en ellos o un daño en las encías. Realizar esto de forma frecuente no solo aumenta el riesgo de que tus dientes se acaben partiendo, sino que además puede provocar la caída de empastes que ya tienes, además de la posibilidad de tragarte algo por accidente.
- Intenta utilizar en la medida de lo posible utensilios específicos para cortar. Muchas veces no están tan lejos y solo te supone unos segundos más de tiempo alcanzarlos. Tus dientes lo merecen.
- No muerdas bolígrafos, palillos de madera, lápices ni otros objetos.
- Evita consumir comida que sea excesivamente dura como, es el caso de los kikos.
Morderse las uñas
Este es un hábito muy común en nuestra sociedad. Pero algo aparentemente inocente, puede suponer problemas de deformación en los dientes como los famosos ‘’dientes apiñados’’. No puedes olvidar que hay posibilidad de infecciones si te muerdes las uñas, ya que en esta zona podemos tener bacterias que acaban en la boca.
Si es tu caso, estas son algunas cosas que puedes hacer:
- Prueba el uso de esmaltes con sabores amargos.
- Un tratamiento conductual puede ayudarte. Detecta qué situaciones son las que te incitan a morderte las uñas, e intenta sustituir este comportamiento por otro, como por ejemplo, apretar una pelota blandita.
- Muchas veces, el estrés es el principal factor. Prueba a practicar técnicas de relajación. Quizás no elimine el problema, pero te ayudará a reducir los factores que lo desencadenan.
Comes entre horas
Los tentempiés son buenos para quitarte el gusanillo entre comidas, pero pueden provocarte caries, ya que normalmente no nos cepillamos los dientes después de consumirlos.
- Elige alimentos que produzcan más cantidad de saliva para hacer un buen barrido.
- Si tienes la posibilidad de lavarte los dientes, hazlo justo después de comer. Intenta acostumbrarte a llevar contigo un cepillo y pasta dental.
- Si no puedes lavarte los dientes justo después del picoteo, hazlo enseguida que llegues a casa.
Los expertos dicen que para adquirir un hábito nuevo es necesario realizarlo durante al menos sesenta días. Sustituir los malos hábitos por buenos tiene su base en la constancia. ¡No te rindas! Y si necesitas ayuda para ello, no dudes en pedirla.
