Tus dientes hacen mucho por ti. Cumplen una función muy importante para permitirte vivir: te ayudan a nutrirte.
Pero, ¿te has planteado qué haces tú por ellos? Si aún no has reparado en la importancia que tienen, es hora de que tengas en cuenta que cuidarlos te evitará problemas a largo plazo.
Sabemos que una correcta higiene dental es clave para una boca sana, pero, ¿de qué la estamos protegiendo cuando la cumplimos?
Los problemas bucodentales más comunes
Son muchas las enfermedades que podemos padecer. En concreto, se van a nombrar dos de las más frecuentes que debes conocer y tener en cuenta como amenazas para tu salud dental.
- Gingivitis. Es la enfermedad de las encías, que en su primera etapa es reversible. Puedes detectarla si compruebas que tus encías están enrojecidas e inflamadas. También notarás más sensible esta zona al cepillarte, pues sangrará con facilidad o de manera espontánea. Si no se detiene, puede suponer problemas más serios como la pérdida de los dientes.
- Caries. Zonas del diente dañadas en la superficie que se acaban convirtiendo en aberturas pequeñas. Su complicación puede llevar a destruir el diente y el esmalte y llegar a afectar al nervio.
Signos de alerta
Cualquiera de estas infecciones indican un problema por el que es necesario acudir a tu dentista. Algunas señales que tienes que considerar son:
- Percibes tus dientes sucios, con manchas o con sarro a pesar del cepillado y otras técnicas de higiene bucodental.
- Igualmente, a pesar de la higiene, notas un mal aliento constante y persistente.
- Sientes cómo tus encías están doloridas.
- Notas o ves sangrado durante el cepillado o limpieza con el hilo dental.
Consejos para prevenir:
Si te preocupa tu salud dental y quieres evitar las caries y la gingivitis, estos consejos te ayudarán:
- Cepíllate los dientes después de cada comida con una pasta dental con flúor. Así conseguirás eliminar la placa bacteriana. De no ser posible, al menos debes hacerlo dos veces al día en un tiempo no inferior a dos minutos.
- Es beneficioso que sigas una rutina de cepillado por zonas para no olvidar ninguna parte.
- El hilo dental es conveniente para que puedas eliminar la placa que hay entre los dientes y bajo las encías, que de no quitarse pueden dar paso al sarro, el cual, es más difícil de eliminar y ya requiere de una limpieza profesional.
- No abuses de azúcares, especialmente entre horas, pues es cuando menos acceso se tiene al cepillado dental. Seguro que sabes que una alimentación inadecuada afecta al estado de las encías y dientes. En cambio, si recurres a alimentos saludables con los nutrientes y minerales necesarios, ayudarás a mantenerlos fuertes. Las frutas y los vegetales son imprescindibles.
- Acude a revisiones periódicas en tu dentista.
Productos imprescindibles
Los objetos que no pueden faltar en tu rutina de higiene dental son:
- Cepillo de dientes. Elige el que mejor se adapte a ti. El dentista puede orientarte según tus necesidades. No olvides reemplazarlo cada dos o tres meses.
- Pasta dental. Las hay estándar, o específicas; para niños, dientes sensibles, blanqueadoras y naturales, entre las más conocidas.
- Hilo dental o cepillos interdentales. El hilo dental es una cuerda delgada que se pasa entre los dientes. Los hay de sabores. Existen alternativas como los cepillos interdentales con la misma finalidad, que son cepillos pequeños.
- Enjuague bucal. Como método adicional es una ayuda. Existen fluorados, antisépticos y para combatir el mal aliento, entre otros.
Para que tengas una sonrisa perfecta
Si quieres que el aspecto de tus dientes sea todo lo blanco posible, haz lo siguiente:
- Utiliza una pasta dental blanqueadora que te ayuda a quitar las manchas superficiales.
- La limpieza bucodental realizada por el profesional puede eliminar muchas manchas causadas por tabaco o alimentos. Lo recomendable es que al menos te hagas una al año o dos si eres propenso a padecer caries o gingivitis.
Consulta con tu dentista para tratar las manchas internas y elegir el tratamiento adecuado a tu caso.