Las coronas dentales de zirconio (u óxido de circonio) son prótesis fijas que se colocan sobre un diente natural previamente tallado o sobre un implante, con el objetivo de restaurar la forma, la función y la estética.
El zirconio se considera un material cerámico (aunque está compuesto por óxido de un metal, su comportamiento clínico es similar al de las cerámicas), caracterizado por su gran resistencia y excelente biocompatibilidad.

Existen varias “generaciones” de zirconio para uso odontológico. Las más antiguas (conocidas como 3Y-TZP) son extremadamente resistentes pero menos translúcidas; las más recientes incorporan cambios en la microestructura para ganar en estética, ofreciendo una apariencia más próxima al diente natural.
Ventajas de las coronas de zirconio frente a otros tipos
- Estética: Aunque la porcelana feldespática y otras cerámicas vítreas (como el disilicato de litio) pueden ser aún más translúcidas en algunos casos, las generaciones modernas de zirconio alcanzan una estética muy satisfactoria, sobre todo cuando se usa zirconio monolítico de alta traslucidez o se combina con capas de cerámica adicional.
- Biocompatibilidad: Al tratarse de una cerámica, disminuye la probabilidad de generar reacciones adversas o alergias. Además, tiende a ser bien tolerada por las encías (tejidos blandos), reduciendo inflamaciones gingivales en el margen de la corona.
- Resistencia y durabilidad: El óxido de circonio destaca por su elevada resistencia a la fractura. Por ello, es especialmente adecuado para zonas de alta exigencia mecánica (por ejemplo, molares) o en pacientes con bruxismo, siempre y cuando se realicen los ajustes de oclusión y se pulan adecuadamente las superficies para minimizar el desgaste del diente antagonista.
- Posible conservación de estructura dental: Dependiendo de la técnica y el tipo de zirconio utilizado, el tallado puede ser algo menos invasivo que en otros sistemas metal-cerámicos. Aun así, se requiere un grosor mínimo suficiente (generalmente entre 0,8 y 1,5 mm) para garantizar la resistencia, por lo que el tallado debe planificarse minuciosamente.
- Menor conducción térmica: Al no contener metal como tal, la transmisión del calor y el frío es menor, reduciendo (aunque no siempre) la sensibilidad poscolocación respecto a coronas con infraestructura metálica.
¿Cómo se colocan las coronas dentales de zirconio?
La secuencia de colocación de una corona de zirconio es similar a la de otras prótesis fijas:
1. Evaluación inicial y diagnóstico
El odontólogo valora la indicación de la corona (fractura, gran destrucción por caries, alteración estética, sustitución de obturaciones extensas, etc.) y evalúa la salud periodontal, apoyándose en radiografías para descartar lesiones periapicales o caries secundarias.
2. Tallado del diente o preparación del implante
En el caso de un diente natural, se reduce la estructura dental según el grosor óptimo para el zirconio. Es fundamental respetar la anatomía y proteger la vitalidad pulpar (si el diente está vivo). Para un implante, se coloca un pilar (pilar de zirconio o de titanio) sobre el que se cementará o atornillará la corona definitiva.
3. Toma de impresiones o escaneado intraoral
El profesional registra la forma del diente preparado y la mordida del paciente. Posteriormente, se diseña la corona con tecnología CAD/CAM y se fabrica por fresado o impresión 3D (dependiendo del sistema).
4. Prueba y ajustes
Se comprueba la adaptación marginal, la oclusión (contactos al masticar), la forma y la estética. En coronas de zirconio recubiertas de cerámica, también se revisa el color y la integración con los dientes adyacentes.
5. Cementado definitivo
Una vez confirmada la correcta adaptación y estética, se procede al cementado o adhesión definitiva de la corona.
¿Cuánto duran las coronas de zirconio?
La duración promedio de una corona de zirconio puede oscilar entre los 10 y 15 años, e incluso más, siempre que se cuide adecuadamente. Diversos estudios clínicos señalan que la tasa de supervivencia de las coronas de zirconio es muy elevada a los 5 y 10 años de seguimiento, comparable o incluso superior a otros materiales cerámicos y metal-cerámicos.
Dicho esto, la longevidad de cualquier prótesis dental depende de:
- La higiene oral y la rutina de cuidado que lleve el paciente.
- La experiencia y la técnica del profesional que la coloque.
- Los controles periódicos y limpiezas profesionales para detectar desgastes o problemas en fases tempranas.
- Los hábitos orales del paciente (bruxismo, tabaquismo, alimentación).
En resumen, las coronas dentales de zirconio representan una solución duradera, biocompatible y altamente estética para restaurar dientes dañados o completar un tratamiento con implantes. Gracias a sus propiedades de dureza, resistencia y apariencia natural, se han convertido en una de las opciones más demandadas por pacientes y profesionales de la odontología.
No obstante, es fundamental contar con un diagnóstico adecuado y la supervisión de un dentista especializado en prótesis, así como mantener hábitos de higiene y revisiones periódicas para garantizar la máxima durabilidad.
Si estás planteándote colocar una corona de zirconio, habla con nuestros especialistas en Clínica Dental Lourdes Verbo para que valoren tu caso de forma individual y te orienten en el tratamiento más apropiado.

Colegiado Nº: nº: 45005586. Licenciada en Odontología por la Universidad Complutense de Madrid (Top 9 Universidades de Europa para estudiar odontología, Ranking QS 2024). Certificada en Sistema Invisalign. Directora de Clínica Dental Lourdes Verbo.



